Depresión y angustia

La depresión es cuadro anímico en el cual predomina la tristeza, la desesperanza y la falta de interés y placer por las actividades que antes generaban bienestar. El paciente siente que no tiene energía ni voluntad para desarrollar las actividades de la vida diaria y se esfuerza en exceso para concurrir al trabajo, bañarse e interactuar con sus amigos y familiares. Todo el episodio debe durar al menos dos semanas.

Trastornos de ansiedad y ataques de pánico

El ataque de pánico (o crisis de angustia) se caracteriza por la aparición brusca de miedo intenso que tiene una duración aproximada de 20 minutos y que se caracteriza por una serie de síntomas físicos (palpitaciones, falta de aire, sudor, temblor, opresión en el pecho) y psicológicos (sensación de pérdida de control; el paciente siente que se “va a morir” o que le va a dar un infarto o una convulsión). La crisis se autolimita pero el paciente queda en un estado de hiperalerta y con un fuerte monitoreo de sí mismo pendiente que el ataque vuelva a repetirse.

Trastorno obsesivo compulsivo

El paciente presenta dos características fundamentales:

OBSESIONES: Pensamientos persistentes, recurrentes, no deseados que generan malestar o ansiedad importante. El contenido de las obsesiones es de contaminación, de daño, de violencia, sexual y/o presagio de eventos catastróficos.

COMPULSIONES: El sujeto trata de neutralizar estos pensamientos o ideas obsesivas con actos mentales (contar, rezar, repetir palabras) o motores (limpiar, verificar, comprobar, tocar y repetir tantas veces cierta conducta para prevenir algo malo).

Refiere que si no lleva a cabo los rituales se siente extremadamente ansioso, tenso e inquieto.

Adicciones

Alcohol, cannabis, cocaína, benzodiacepinas, anfetaminas, etc.

El tratamiento del consumo problemático de sustancias es multidisciplinario; el médico psiquiatra aborda fundamentalmente la terapéutica farmacológica pero es imprescindible que el paciente asista además a un dispositivo específico para adicciones para lograr un respuesta favorable y prevenir recaídas.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno mental que comprende una combinación de problemas persistentes, como dificultad para prestar atención, hiperactividad y conducta impulsiva. El TDAH en los adultos puede llevar a relaciones inestables, mal desempeño en el trabajo, baja autoestima y otros problemas. Aunque se llama TDAH en adultos, los síntomas comienzan en la primera infancia y continúan en la adultez. En algunos casos, el TDAH no se reconoce ni se diagnostica hasta que la persona es un adulto. En los adultos, la hiperactividad puede disminuir, pero los problemas con la impulsividad, la inquietud y la dificultad para prestar atención pueden continuar. El tratamiento para el TDAH en adultos incluye medicamentos (metilfenidato), asesoramiento psicológico (psicoterapia) y tratamiento para cualquier afección de salud mental que se presente junto con el TDAH (Trastorno de ansiedad, TOC, etc.).

Bulimia y Transtorno por atracón

BULIMIA: Es un trastorno que se caracteriza por la presencia de atracones (ingesta compulsiva y voraz de cualquier tipo de alimento en un corto periodo de tiempo, 2 horas, en soledad, con pérdida de control e incluso a veces con disociación de la personalidad) que genera culpa por esta “falta de control”. Estos episodios se continúan de mecanismos compensatorios: vómitos, laxantes, diuréticos y ejercicio con el objetivo de disminuir la ansiedad y el malestar que generan la ingesta alimentaria.
TRASTORNO POR ATRACON: Presenta, igual que la bulimia, la misma conducta compulsiva de los atracones pero no presenta los mecanismos compensatorios.
Ambos trastornos presentan un ciclo de: restricción alimentaria, ansiedad, compulsión con el atracón y finalmente el sentimiento de culpa debido a la sensación de incapacidad e impotencia para ponerle fin a este ritual.

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